Celebración a la beata Sor María Romero

Granada - Casa Natal. 7 julio 2008. Precedida por un triduo de celebraciones en la Casa Natal de la beata Sor María Romero Meneses, se celebró al son de chicheros, morteros y muchísima devoción la conmemoración del 31 aniversario del paso de Sor María al cielo.

Como en otros años, durante el triduo giró en torno a los tres pilares de la espiritualidad de Sor María: la caridad con los más necesitados, el amor a María y el amor a Jesús Eucaristía.


El día 4 de julio se celebró el primer día del triduo, centrado en la caridad y las obras de misericordia, concretizado con una visita a los privados de libertad de la ciudad de Granada. El Sistema Penitenciario alberga cerca de 880 personas entre hombres y mujeres. Ellos sufren, como en muchas prisiones de latinoamérica, la falta de condiciones básicas para vivir dignamente, como por ejemplo falta de una buena alimentación e higiene.


Los colaboradores de la obra Casa Natal de Sor María Romero, estimulados por la gran caridad que movió la acción de Sor María Romero, prepararon el almuerzo para 1000 personas incluyendo un paquete para el aseo personal, tanto para los internos como para los funcionarios, policías y administradores. Ver fotos

Gracias a los colaboradores de la Casa Natal de Sor María Romero y a la buena voluntad de familias enteras, se hizo posible este gesto de caridad con tantos hermanos y hermanas nuestras que por muchas razones, incluso injustas están privadas de su libertad.

El segundo día del triduo, el día mariano, se celebró con una continua elevación de la oración del Santo Rosario, iniciada después de la Eucaristía por la innumerable participación de los devotos y peregrinos que se hacían presentes en la Casa Natal. Se realizó la consagración de los niños y niñas a María Auxiliadora, concluyendo el día con la procesión desde la Casa Natal hasta el Colegio María Auxiliadora - Secundaria, con la imagen de la Virgen de Lourdes, la misma ante la cual Sor María, el día de su consagración perpetua a Dios, recibió el signo del florecimiento de los lirios, como signo de la aprobación y benevolencia de la Virgen para con ella.